Considerado bien de interés cultural y protegido por la Ley de Patrimonio del Principado de Asturias, El Palacio de Ferrera es símbolo de lujo y prosperidad de la ciudad de Avilés.
El palacio
Un imprescindible en la historia de nuestra región
Su silueta forma parte del imaginario avilesino y conforma, junto al resto de edificios y calles, uno de los cascos antiguos más importantes de España, declarado Conjunto Histórico-Artístico de interés nacional.
Fue erigido junto a unos arrabales medievales que marcaban la entrada y la salida de la villa de Avilés, y que hoy conocemos como calle Galiana.
El solar donde fue levantado estaba vinculado al mayorazgo de los León y era contiguo al conjunto de arquitectura gótica que formaban el Hospital de San Juan y su capilla anexa. El edificio se vio claramente beneficiado por su posición extramuros en suelo rústico de entonces, frente a la muralla medieval, y se hizo 22 años antes que el Ayuntamiento suponiendo una autentica revolución urbanística en la época.
Marcada por su especial torre en escuadra, una de las más originales de la arquitectura civil asturiana. De cuatro plantas y coronada por un mirador con balaustrada de rejería, la torre se orienta hacia la plaza y dispara la fachada, en ángulo, hacia la iglesia de San Nicolas de Bari. Su planta irregular, orientaba las estancias principales y de servicio hacia la plaza mayor y hacia el jardín, y contaba con edificios anexos al este del Palacio para cocheras y cuadras en cuyos pisos superiores estaban las casas de los chóferes, de los guardeses y del jardinero. También disponía de capilla privada (hoy convertida en parte del restaurante) y de una imponente escalera de caracol de madera policromada y construida en torno a un antiguo mastil de barco que hoy se conserva en perfecto estado y que da acceso al torreón desde el que se ve toda la villa de Avilés.
El primer ocupante del palacio y primer marques de Ferrera fue Juan Alonso Navia y Arango-León Menéndez de Avilés (1700-1731).
Y tras él, fueron diez los marqueses de Ferrera que vivieron en el Palacio hasta llegar a los últimos ocupantes: los hermanos Llano-Ponte Santa Cruz, con Genaro (casado con María Luisa Navia-Osorio) como XI marqués de Ferrera. Este, tras morir su padre, vendió al ayuntamiento el extenso parque del Palacio, ajardinado a la inglesa, con la condición de que fuese de libre acceso al publico y reservándose el jardín inmediato a la casa, de estilo francés. Este jardín, un elemento de gran atractivo e interés botánico, fue inspirado por la amistad entre Genaro Llano-Ponte y el jardinero del Palacio de Los Selgas en Cudillero, un paisajista francés llamado Pierre Grandpont, y reconstruido por el decorador Javier Sitges entre 1987 y 1990, recuperando el esplendor de aquella época.
Quien compró el Palacio y su finca anexa. El Jardín Francés paso a ser propiedad municipal y el Palacio comenzó su remodelación para convertirse en un hotel de lujo.
Un proyecto que transformó lo que era una residencia habitual, en un magnífico hotel de cinco estrellas considerado bien de interés cultural y protegido por la Ley de Patrimonio cultural del Principado de Asturias, en activo desde el año 2003.
Ubicado
En pleno corazón de Avilés.
Cómo llegar
El interior del Palacio
Los salones y estancias de este palacio barroco son únicos.
Hall
Patio Barroco
Escalera principal
Salón Galiana
La Capilla
El Archivo
Salón Espolita
Salón de la Torre
El invernadero
Salón Principado
Jardín urbano
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