Obras de arte que entran por los ojos, se deshacen en el paladar y dejan en tus invitados el sabor de una boda de diez. Así es la tarta nupcial perfecta, una creación de ensueño que tiene que estar a la altura de la celebración tanto en su esencia como en su estética. ¿Quieres saber cómo conseguirla?
La tendencia en tartas de boda para el año 2020 te ofrece una gama variada de posibilidades, que va desde propuestas más tradicionales y de aparente sencillez, hasta la repostería nupcial de gran sofisticación.
Una de las tendencias más llamativas y delicadas es la de utilizar flores para tu tarta de boda. Flores comestibles, prensadas, cristalizadas, que llenan de naturaleza y poesía la superficie del pastel. Son, por supuesto, perfectas para una boda campestre o rústica, pero por su delicadeza las puedes emplear en otro tipo de celebraciones.
Algunas de las flores más empleadas en esta tendencia son:
Un capricho natural con un montón de posibilidades y que será capaz de sorprender a los más exigentes.
¿Recuerdas la poesía de Juan Ramón Jiménez que acaba ensalzando los versos desnudos y libres de artificios? Así es la naked cake, un pastel desnudo que se olvida de coberturas, frostings, merengues ni fondants y vuelve a la esencia de la tarta. Capas de bizcocho y crema.
Una ventaja de esta tarta es que prescinde de un montón de azúcar y grasa, con lo que el resultado es más saludable e igualmente delicioso. La decoración más habitual es con flores y con frutas. ¿Qué puede haber más apropiado para una boda rústica que una naked cake?
Flores, pájaros, hojas… Todo esto tiene cabida en la decoración de las tartas pintadas a mano. Los pasteles se convierten así en un lienzo auténtico donde, sobre fondo color blanco, resaltan los motivos. Una tarta de boda de este estilo permite:
En resumen, una obra de arte hecha pastel.
Los pasteles de boda pintados a mano te permiten jugar con los colores de la celebración. Puedes, incluso traducir al dulce tu ramo de novia. O comerte un Van Gogh, si lo tuyo es el arte. Elegancia y sofisticación puras para rematar el banquete.
Otra tendencia son las estructuras geométricas, que pueden utilizarse tanto en la forma de los pisos de la tarta como en su decoración. Otra posibilidad es el diseño de mosaicos, de exótica inspiración oriental.
Los acabados metalizados también están de moda. Dorados, plateados, tonos bronce, tienen su cabida en la repostería nupcial. Son pasteles especialmente adecuados para las estéticas modernas y urbanas.
¿Cansada de la típica imagen de pastel de varias alturas y cubierto glaseado? ¡Piensa en las frutas! Deliciosas brochetas de sandía, fresa, frutos rojos, mora… Es una alternativa perfecta para las bodas más naturales, especialmente si utilizas frutas de temporada y de proximidad.
Si buscas algo más rompedor, prueba con:
Los toppers son las figuritas que simbolizan a los novios y que tradicionalmente rematan los pasteles de boda. Puedes renunciar a ellos y simplemente coronar la tarta con unas flores. Pero si te gusta esta tradición, tienes un montón de posibilidades.
Si te decantas por la última opción, las chicas de Barruntando las han traducido a la cerámica y puedes adquirirlas para tu tarta de boda. En definitiva, la guinda del pastel la pones tú… y será única.
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