Llega junio y con él las comuniones, una tradición que muchos niños y familias celebran con alegría e ilusión. Y es que el número de niños que celebran su comunión no ha decaído con el paso de los años, de hecho es la celebración católica que más se ha realizado en el año 2019, según los últimos datos de la Iglesia. En ese año se celebraron 204 618 comuniones, frente a algo más de 175 000 bautizos y casi 125 000 confirmaciones. Pero muchos padres y madres pueden preguntarse ¿qué se necesita para hacer la primera comunión?
La primera comunión consiste en dar paso al niño a la vida cristiana para que forme parte completa de la vida católica. Este acto se hace para conmemorar la primera vez que los pequeños toman la comunión, es decir, la primera vez que comulguan (que consiste en tomar la hostia sacramental y el vino como símbolos del cuerpo y sangre de Cristo). Veamos que se necesita para hacer la primera comunión.
Normalmente, la primera comunión se realiza a partir de los 7 u 8 años, aunque depende del momento en el que el niño empiece la catequesis o cuándo es su cumpleaños. Así, las edades pueden variar hasta los 9 o 12 años como máximo.
Existen tres requisitos básicos para que un niño pueda hacer la primera comunión:
¿Qué debe saber un niño para hacer la primera comunión? La catequesis está formada por una serie de clases cuyo objetivo es la enseñanza de la doctrina cristiana. El niño aprende las bases de esta religión, cuáles son las tradiciones de la Iglesia o cómo se debe actuar en función de la moral cristiana y la religión católica en clases de catecismo semanales.
Suele durar entre 2 y 3 años, durante los cuales los niños también se preparan para los rituales que forman parte de la comunión. Estas clases pueden ser impartidas en colegios católicos o en la propia iglesia de la parroquia en la que el niño celebrará la comunión.
La comunión se celebra primero en la iglesia, donde se realiza el rito católico propiamente. En este acto participan las familias y los niños, y es típico obsequiarlos con un regalo de comunión. Sin embargo, esta celebración va acompañada de otra serie de actos que la complementan, como la tradicional sesión de fotos posterior y el banquete.
Para la sesión de fotos, la familia habrá contratado previamente a un fotógrafo que seleccionará un lugar acorde a la celebración. En el caso del banquete, lo más habitual es elegir un restaurante con encanto que pueda reunir a los invitados cómodamente. Lugares como el Palacio de Avilés son perfectos para disfrutar con familia y amigos, donde los niños invitados y el protagonista del día puedan divertirse, correr y jugar. Si tienes dudas sobre cómo escoger el menú de la primera comunión, te damos algunas ideas.
El acto en la iglesia suele tener una duración aproximada de una hora y media. Esto incluye la misa regular y el acto de presentación y comunión de los nuevos miembros de la iglesia: los niños que hacen su primera comunión. La celebración posterior suele prolongarse más en el tiempo, porque puede incluir diferentes ideas para la comunión.
Una duda que surge a menudo es acerca de la vestimenta más apropiada para este evento. Las niñas suelen llevar preciosos vestidos blancos y los niños trajes elegantes de inspiración marinera. Pero, ¿y los invitados? Los festejos de primera comunión suelen ser un acto formal, pero no tanto como una boda. Lo más recomendable es llevar vestidos o trajes que sean primaverales, con estampados florales o colores claros y pastel.
Por último, no debemos olvidar que el niño que celebra la comunión ha de llevar siempre una serie de elementos que tienen un especial simbolismo:
En resumen, lo más importante de este día es celebrar un acontecimiento tan especial dentro del catolicismo con la familia y los amigos en un entorno agradable. La celebración de la primera comunión debe quedar en el recuerdo del niño como uno de los días más importantes de su vida, y para ello no dudes en contar con el restaurante para comuniones de Palacio de Avilés.
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