Hay muchísimas razones por las que visitar este lugar, pero, sin duda, una de ellas es probar los platos típicos de Asturias. La gastronomía es una pieza fundamental para comprender la cultura de un lugar y ninguna visita está completa si no degustas las especialidades que te ofrece ese destino.
La gran cantidad de opciones existente de platos tradicionales puede llegar a ser abrumadora. Para facilitarte la elección te proponemos 5 opciones que conquistarán tu corazón y tu paladar. ¡Incorpora a tu lista estos platos para pedirlos en tu próximo viaje a Asturias!
La belleza de las recetas tradicionales asturianas radica en su simplicidad, ya que están basadas en ingredientes frescos y en técnicas sencillas para conseguir el máximo sabor. Si deseas adentrarte en la cultura culinaria que envuelve esta mágica región hay algunos platos que simplemente no deberías dejar de probar. ¡Toma nota!
El cachopo se trata de uno de los platos más famosos y quizá de los más contundentes. Podría definirse como una especie de bocadillo de filetes de ternera relleno de jamón y queso en el centro, que después se reboza con huevo y pan rallado y se fríe. El resultado de este San Jacobo evolucionado no puede ser más espectacular, con el crujiente del pan rallado, la cremosidad del queso fundido y el intenso sabor de la ternera.
¿Te da miedo quedarte con hambre? Si es así, no te preocupes, el cachopo viene siempre acompañado de una guarnición. Entre las más comunes hallarás la ensalada, los pimientos o las patatas fritas.
Los potajes son uno de los clásicos de la cocina española, puesto que con ellos se combatía el frío y el hambre en las épocas invernales. En la tierra de Don Pelayo, además de la famosísima fabada, el potaje por excelencia es el Pote Asturiano. Su nombre procede del utensilio con el que se preparaba tradicionalmente: el pote, el cual solía emplearse para cocinar en las chimeneas de las casas.
El Pote Asturiano consta de patatas, berzas y fabes. A su vez, incorpora chorizo, morcilla o tocino, razón por la que era típico de la época de matanza. Aunque no parece una receta muy complicada, el secreto reside en el tiempo de cocción, que dura horas. Sin embargo, la espera vale la pena.
No todo iba a ser carne, el Mar Cantábrico también ofrece manjares como el Pixín, más conocido como rape. Si te gusta este pescado estás de enhorabuena, porque es uno de los ingredientes estrella de la cocina asturiana.
Lo encontrarás con multitud de variedades y elaboraciones, a cada cual más deliciosa. Pixín frito, con arroz, en salsa e incluso Pixín a la sidra. No dejes de pedirlo en cada lugar que visites durante tu estancia en el Principado si deseas maravillarte con la versatilidad que caracteriza a este producto del mar.
Pitu de Caleya es el nombre que reciben los pollos cuya alimentación se basa en productos naturales, como insectos, semillas, cereales y hierba. Son aves criadas en libertad y sin piensos, lo cual repercute en su crecimiento, sabor y composición. Por lo general, se trata de pollos mucho más grandes, pudiendo alcanzar los 6 kilos, con la piel más oscura, una carne más dura y con menos grasa que el resto.
Atrévete a probarlo y compara la diferencia de sabor con los pollos que consumes habitualmente, ¡te sorprenderá! Su uso más típico es en guisos como, por ejemplo, el guiso de Pitu de Caleya con patatinas.
Terminamos esta cata gastronómica virtual con el llamado bollo preñao. Tan simple como delicioso, esta elaboración aúna el pan con el chorizo, dos de los productos más universales de la cocina española, en una comunión apta para todos los paladares.
Para su elaboración únicamente es necesario introducir el chorizo en medio de la masa de pan y hornearlo todo junto. Así de simple es conseguir que un bollo de pan normal pase a estar preñao. Este bocadillo de chorizo mejorado es el tentempié idóneo para cualquier momento del día, y más si lo acompañas de su buena botella de sidra.
El denominador común de la cocina asturiana es el sabor y la sencillez en sus elaboraciones. Ahora, solo queda que te animes a vivir una experiencia gastronómica única adentrándote en todo lo que este maravilloso lugar tiene para ofrecerte. Además, si eres muy goloso, no creas que no hay platos para ti, prueba: los frixuelos o las casadielles, entre otros postres y dulces de la tierra.
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