¿Sabías que en Avilés hay un fantasma que responde al nombre de Walter? ¿O que uno de los personajes más negros de su historia es un “sacamantecas” obsesionado con chupar sangre de niños? Los misterios y leyendas de Avilés constituyen una interesante manera de conocer esa otra historia de la ciudad, la que se escapa de los libros y se mantiene en los relatos que se cuentan de generación en generación.
Las visitas guiadas son uno de los recursos turísticos más habituales, ya que permiten a los visitantes aprovechar al máximo la estancia y conocer la ciudad sin perderse los detalles. Desde hace unos años, además de los tours generales, existen otros temáticos, dedicados a algún aspecto concreto de la historia. Y en Avilés puedes disfrutar de visitas guiadas especializadas en las leyendas. ¿Qué te parece el plan?
Walter era, en vida, aviador. Y después de su muerte, se instaló en el palacio de Balsera, actual sede del Conservatorio Julián Orbón. Eso es, al menos, lo que dice la leyenda, que llamó la atención de programas como “Cuarto milenio”, aunque lo cierto es que en las últimas décadas no se viene registrando ningún dato de su actividad.
La historia del más célebre de los fantasmas de Avilés está ligada con la historia. Y es que Walter, de origen inglés o irlandés, podría haber sido el piloto de un avión que se estrelló en Miranda durante la Guerra Civil. Según la leyenda, Walter habría vagado por Avilés hasta instalarse en el palacio de Balsera, en pleno casco histórico de la ciudad. Varios inquilinos del palacio notaron su presencia que quedó registrada, incluso, en psicofonías.
No es el único edificio avilesino donde los rastreadores de lo paranormal ven indicios de fenómenos fantasmales. También se realizaron psicofonías en la Casa Maribona, en Villalegre. Hay testimonios que describen luces nocturnas y se recogieron extrañas voces que, los investigadores de este tipo de fenómenos, vinculan con almas en el purgatorio.
Fuera de Avilés, pero también en la comarca avilesina, los expertos en indicios paranormales consideran que Ranón, en Soto del Barco, es uno de los puntos calientes de este tipo de actividad, concretamente los fortines de la Guerra Civil, donde se recogieron innumerables psicofonías. Y en algunos cementerios ocurre lo mismo. El entorno de la fuente de La Consolación, en Corvera, no se queda atrás en apariciones y misterios. Las excursiones para visitar estos lugares se realizan cómodamente en coche desde Avilés.
La historia del “sacamantecas”, ampliamente documentada, es digna de cualquier novela gótica. Los investigadores aseguran, incluso, que es el último gran monstruo legendario de la crónica negra española. El “Estripador” se llamaba Ramón Cuervo y fue un sanguinario hombre del saco.
En abril de 1917 Ramón Cuervo se acercó a un grupo de niños que jugaban en La Magdalena. Y logró convencer a uno de ellos, Manolín Torres, para que le acompañara a una mantequera próxima. A cambio le dio un real. El sacamantecas lo llevó al monte de La Arabuya, donde le durmió con cloroformo. Y después lo degolló para beber su sangre, quizá en busca de una cura para la tuberculosis.
La Guardia Civil detuvo al asesino que, sin embargo, cuando era trasladado a Oviedo, logró tirarse del carro, a la ermita de La Consolación. Lo que ocurrió después es un misterio, y se desconoce si murió entonces o si logró escapar.
La historia del “sacamantecas” está ligada con otra leyenda, la del niño degollado. Y es que los investigadores del mundo paranormal vinculan a Manolín Torres, que tenía ocho años cuando murió, con el fantasma infantil que testigos localizan en el cementerio de La Carriona. Se da la circunstancia de que es en ese camposanto donde reposan los restos del infortunado niño.
La aparición en cuestión, con aspecto desorientado, pide ayuda a los visitantes para encontrar a sus padres. Y después desaparece y no se le vuelve a ver. Haya fantasmas o no, es una buena excusa para visitar el cementerio de La Carriona, una joya arquitectónica y escultórica que cuenta además con su propio centro de interpretación.
Muy diferente es la leyenda más famosa del barrio de Sabugo, ya que está ligada al paraíso terrenal. Y es que en este antiguo poblado de pescadores se cuenta la leyenda del monje irlandés Samalandrán, que se hizo a la mar para buscar en Avilés la isla Paraíso Terrenal. Desembarcó en medio de la ría, en lo que creyó que era una isla, pero después descubrió que había puesto sus pies sobre una ballena gigante.
Este monje irlandés no fue el único visitante sorprendente de Sabugo. Y es que, en tiempos, el barrio habría sufrido los desmanes de un cuélebre. Cansados de los desmanes de este ser mitológico, los pescadores pidieron ayuda a los monjes de Santa María de Raíces, que lograron acabar con la bestia haciéndole tragar una gran piedra revestida de carne y pieles. Cuando el célebre reventó encontraron en su interior una piedra labrada que actualmente es la pila bautismal de la iglesia de San Nicolás de Bari.
En el año 908, dentro de los muros de esta fortaleza se realizó la Cruz de la Victoria, emblema de la monarquía asturiana y símbolo clave de la región. Así que fue en el Castillo de Gauzón donde se cubrió esta pieza de oro y piedras preciosas.
El Castillo de Gauzón es una de las joyas del concejo de Castrillón. Se levanta en el Peñón de Raíces y es la fortaleza más famosa del Reino de Asturias. Periódicamente se organizan visitas guiadas, especialmente coincidiendo con los periodos estivales y vacacionales. Y es un plan especialmente recomendable.
Estos y otros misterios y leyendas de Avilés son los protagonistas de un tour nocturno. A través de la página web de este recurso turístico puedes reservar tu plaza. El punto de encuentro es, precisamente, el parque infantil de La Magdalena, allí donde el “sacamantecas” acudió para perpetrar su horrendo crimen.
La visita tiene una duración de hora y media y, bajo las explicaciones del guía, los participantes atravesarán las calles avilesinas para ver el palacio de Balsera, la iglesia de San Nicolás de Bari, la fuente de los caños de San Francisco, el palacio de Camposagrado y el parque del Muelle, junto a la ría de Avilés. El tour se realiza exclusivamente en Español.
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