El Mantecado de Avilés o el Bollu de Pascua de Avilés es un dulce típico de Asturias, hecho con ingredientes muy sencillos. Pero su original forma y su delicioso glaseado lo han convertido en toda una tradición en la llamada «fiesta del Bollo», declarada de Interés Turístico Nacional en 1972.
El origen del Mantecado de Avilés se remonta al siglo XVII. Los emigrantes asturianos que iban a «hacer las Américas» llevaban en sus provisiones unos bollos hechos con harina de trigo, huevos, manteca de vaca y azúcar. Estos se podían conservar largo tiempo sin enmohecerse ni perder sus propiedades.
Así apareció la tradición de que los padrinos los regalaran a sus ahijados, y en 1863 comenzó a celebrarse la fiesta del Bollo. En 1972 esta fiesta fue declarada de Interés Turístico Nacional y el Mantecado de Avilés ya es uno de los dulces más importantes de la cocina avilesina.
Esta fiesta se celebra en Avilés el domingo y el lunes de Pascua, dando fin a las fiestas de Semana Santa de esta localidad.
En 2010 se batió el récord de participación con 23 000 avilesinos, en la 18ª edición de una fiesta que gana popularidad año a año.
Una de las características del Mantecado de Avilés es su forma de cruz o estrella redondeada, para lo cual existen moldes específicos. Pero su receta puedes elaborarla perfectamente con otros moldes de pastelería. Te recomendamos que utilices varios de tamaño mediano (aproximadamente tres para esta receta), mejor que un molde grande.
Para la masa:
Para el glaseado:
Puedes elaborar mayor o menor cantidad de masa variando la cantidad de huevos que emplees. Lo importante siempre es que el resto de ingredientes pesen lo mismo que los huevos sin cáscara.
Un café caliente es una excelente manera de acompañar este dulce. Aunque los más golosos prefieren el chocolate caliente. Para los adultos, la combinación del Mantecado de Avilés con ron o coñac es deliciosa.
También puedes decorarlo con motivos de Pascua, como huevos de chocolate y similares.
Como puedes ver, se trata de un postre sencillo, con una gran tradición y fiesta tras de sí. Aunque la costumbre dicte que los padrinos le regalan este dulce a sus ahijados, no vemos ningún inconveniente en prepararlo en casa para toda la familia. ¡Qué aproveche!
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