Gargantúa y Pantagruel son los protagonistas de las novelas escritas por el autor francés François Rabelais, dos gigantes que se caracterizan por su voraz apetito. De ahí viene el término “banquete pantagruélico” para referirse a una comida muy abundante. Y Avilés tiene su propio banquete digno de estos gigantes: la Fabada Pantagruélica.
Los Xagós de Miranda, una asociación de esta localidad avilesina, son los artífices de cocinar una fabada de récord para miles de personas que luego degustan, todos los que lo deseen. No es el único guiso de grandes proporciones que realizan los Xagós, que cada año cocinan también miles de raciones de la Arrozada de Miranda.
Si quieres ver cómo se cocina la Fabada Pantagruélica, no te puedes perder las fiestas de El Bollo de Avilés. El Lunes de Pascua, concretamente, es el día señalado para realizar esta monumental fabada, coincidiendo con la celebración de la Comida en la Calle de Avilés. Y el lugar, las inmediaciones de la plaza de España. Aunque en estos últimos años se está celebrando en la calle San Francisco.
Los xagoteros emplean una tartera, que es una enorme cazuela rectangular que se engancha a un brazo de grúa. Debajo se enciende el fuego. Para remover, se utilizan unos utensilios semejantes a los remos de una barca.
En la lista de ingredientes de la Fabada Pantagruélica nos encontramos:
Se cocina todo junto en directo y a fuego lento, como manda la tradición. De aquí se repartirán 5.000 raciones.
Una vez que la fabada está lista, se forma una cola con las personas que quieren comprar una ración para comer en la calle.
Se sirve en cazuela de barro, y en cada ración, además de las fabas, va la correspondiente ración de compango. Muchos de los participantes en la Comida en la Calle optan por hacerse con una de estas raciones y olvidarse de preparar tortillas o empanadas.
El gran impulsor de esta fabada colosal fue el chef Luis Manuel Carvajal y Tapia. Primero comenzó a hacerla en Heros, donde residía, y luego trasladó el cocinado a Avilés. En su opinión no hay ningún secreto para preparar la fabada, basta multiplicar las cantidades para conseguir el número de raciones que se estima vender en cada edición.
Carbajal nació en Tapia, se crió en Gijón y a los 12 años se trasladó a vivir en Avilés. Y ya entonces comenzó su trayectoria profesional como ayudante de cocina en diferentes embarcaciones. Posteriormente, a los 16 años, entró a trabajar en el Hotel Luzana de Avilés, de cuya cocina acabó siendo chef. También tuvo restaurantes propios, El Gaxín, con sedes en Avilés y en Oviedo.
Y la inspiración para hacer comidas pantagruélicas le llegó de la historia, de una tradición egipcia de realizar comidas a gran escala en emplazamientos públicos. Fue el principal precursor del Festival del Arroz a la Asturiana de Miranda, cocinó también:
Entre otras sorprendentes y multitudinarias comidas.
Ven a celebrar la Semana Santa en Avilés y no te pierdas la gran comida en la calle con tu ración de fabada pantagruélica con su compango.
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