Entrevista a Ana Iglesias, secretaria de los Cursos de La Granda: «Queremos seguir con ese rigor académico y didáctico por el que se distinguen los Cursos de La Granda»

El pasado viernes 30 de agosto finalizaba la última edición de los reconocidísimos Cursos de La Granda -la número 46- con una siempre emotiva jornada de clausura y la correspondiente entrega de la Medalla de Oro en el histórico entorno de la Residencia de La Granda. Unos días antes nos habíamos citado en el Palacio de Avilés con Ana Iglesias, secretaria de la asociación que organiza estas jornadas didácticas que se han consolidado como todo un clásico del verano asturiano.

Tras casi quince años coordinando estos cursos, Iglesias se encuentra satisfecha con los números de asistencia de esta edición y se muestra muy cauta cuando se le comenta lo poco que queda para que esta universidad de verano alcance el medio siglo de vida. «Tenemos que llegar, nosotros vivimos totalmente al día», asegura.

– A los organizadores de los Cursos de La Granda se os podría definir como una pequeña familia que consigue grandes milagros.

– Totalmente, porque cada año nos cuesta más trabajo organizarlo todo, y sin embargo conseguimos traer hasta Asturias a muchas personalidades de alto nivel que ponemos al alcance de todo el mundo.

– ¿Cómo está notando la asistencia este año?

– Mejor que nunca, aunque siempre depende un poco de la temática del curso. Hay cursos que tienen muchísimo tirón y otros con menor asistencia. Los cursos que no fallan nunca son los de energía, tecnología… Y luego tenemos los de humanidades, que tienen siempre un público superfiel y este año quizá con un poco más de asistencia de lo habitual. Hay que señalar que este año fue muy importante para nosotros el tren de alta velocidad, que nos abrió muchas más posibilidades de comunicación.

– Imagino que la forma de organizar estos cursos habrá evolucionado muchísimo desde sus inicios.

– Claro, hay que ir cambiando con los tiempos. Las circunstancias de cada día te exigen amoldarte y ahora tendemos a hacer cursos más dinámicos. Antes, cuando estábamos en La Granda, a lo mejor teníamos un curso de historia que duraba tres días, con cuatro profesores por día, debatiendo sobre el tema que se proponía. Ahora es más rápido todo y yo pienso que también es más atractivo. Ahora la gente no está para estar en un mes de agosto metido en un curso de tres días mañana y tarde…

– Hablaba hace un momento de cuando se hacían los cursos en la Residencia de La Granda. Hace ya cuatro años que han trasladado su celebración al Palacio de Avilés… ¿Qué supuso este cambio de ubicación?

– En sus inicios, el modelo original de nuestros cursos consistía en una especie de convivencia de los ponentes. Ellos daban los cursos y se alojaban en La Granda, pero allí no había absolutamente nada más. Para nosotros, traer los cursos hasta aquí supuso cambiar ese modelo. Y por otra parte, los nuevos tiempos iban pidiendo un formato diferente y poder hacerlos aquí, en el Palacio de Avilés, es realmente cómodo. Estamos en el centro de Avilés y cualquiera que quiera venir tiene transporte hasta aquí, y esa opción no existía cuando se hacían en La Granda. Además, la implicación por parte de la propiedad del hotel fue fundamental, y con su ayuda conseguimos que el cambio de ubicación saliera muy bien. A día de hoy nos queda esa añoranza de aquel sitio, pero ahora mismo no cambiaría lo que nos ofrece el Palacio de Avilés por nada. Estamos encantados con el cambio.

«Los nuevos tiempos iban pidiendo un formato diferente y poder hacer los cursos aquí, en el Palacio de Avilés, es realmente cómodo. Estamos encantados con el cambio»

– Me gustaría destacar la importancia de que los cursos sigan siendo fieles a sus orígenes y que continúen trayendo a personalidades tan importantes a Gozón, que es donde surgieron, y a Avilés. Y también quería preguntarle acerca de esa posibilidad que se ha comentado de trasladar algún curso fuera de estas ubicaciones.

– Los cursos son de aquí, son asturianos y están muy marcados por Asturias; en origen son de Gozón, que es donde se hizo siempre, y después se trasladaron a Avilés por cuestiones logísticas. Es verdad que desde que Benigno Pendás cogió la presidencia, siempre se apuntó la posibilidad de llevar durante el invierno estos cursos fuera de estos dos municipios anfitriones. Se ha hablado de Salas por una cuestión sentimental: Juan Velarde, impulsor de los cursos, era de Salas; toda la familia del propio Benigno es de Salas; y algún colaborador y patrocinador también es de allí… Por eso, el primer sitio al que se nos ha ocurrido que podríamos llevar los cursos sería ése, ligados un poco por los orígenes. Otro posible destino sería Madrid. En Madrid hay mucho asturiano y nosotros queremos tratar de hacer cada tres o cuatro meses una jornada en Madrid, acercar un poco los cursos a los asturianos que viven allí y al público en general, claro está. (APUNTE: el mismo día de la clausura se confirmaron ante los medios estos planes de expansión, publicados en esta noticia de LA NUEVA ESPAÑA o en esta de EL COMERCIO).

– ¿Qué le gustaría resaltar de la edición de este año? ¿Qué jornadas destacaría?

– Destacaría la jornada de emprendimiento femenino, además con una persona tan joven como Montaña Rodríguez-Ovejero al frente de este curso que salió de maravilla y que esperamos que sea el primero de muchos con esta temática. También destacaría uno con mucho valor sentimental para nosotros y es el dedicado a Fernando Álvarez Balbuena. Falleció poco después de finalizar los cursos de la pasada edición y este año le haremos un homenaje junto a la SEAPAC (Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca), asociación que él presidió durante muchos años y en la que seguía hasta el momento de su defunción como presidente de honor. Y después está la jornada de clausura, en la que vamos a distinguir con la Medalla de Oro de los Cursos de La Granda a Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (consejero permanente del Consejo de Estado y uno de los llamados siete «padres» de la Constitución del año 1978).

Un momento del homenaje a Fernando Álvarez Balbuena.

– Otra cosa querría resaltar: los cursos son de entrada libre y gratuita, y eso no todo el mundo lo sabe. Hay mucha gente que, al ver el nivel de los conferenciantes, dan por hecho que hay que pagar entrada.

– Efectivamente, todo el mundo viene gratis a los cursos. Tenemos la suerte de tener unos patrocinadores muy fieles, algo que hoy en día es dificilísimo, y gracias a eso podemos ir tirando. Siempre nos vamos ajustando el cinturón, y hay que destacar que todos los ponentes que vienen a participar en los cursos lo hacen de una manera totalmente desinteresada.

– ¿Tienen ya algo pensado para la edición número 50? Está, como quien dice, a la vuelta de la esquina, y un número tan redondo se merece una celebración especial.

– Primero tenemos que llegar. Si lo conseguimos, eso va a ser un festival (risas). Pero vamos poco a poco, primero a ver si sacamos adelante la edición número 47. Nosotros vivimos totalmente al día.

– ¿Cuánto se tarda en organizar cada edición? ¿Terminan esta y empiezan ya a pensar en la siguiente, o se dan un margen de tiempo para comenzar a trabajar?

– En octubre o noviembre empezamos a trabajar ya en la siguiente edición. Hay que tener en cuenta que tenemos que contactar con mucho tiempo de antelación con los ponentes, porque nosotros celebramos los cursos en pleno período vacacional y tienen que estar avisados para que no les coincida con ninguna otra cosa.

– Ya para terminar: ¿Qué impresiones les transmiten los conferenciantes cuando acuden a impartir estos cursos? Muchos, seguramente, vengan a Avilés por primera vez. ¿Y qué es lo que más valoran a la hora de elegir a los ponentes?

– Los ponentes que vienen por primera vez y no conocían los cursos se quedan siempre muy sorprendidos. Querría destacar sobre todo la sorpresa tan grande que se llevan con Avilés. Muchos no la conocían y quedan encantados, así que hacemos un poco de oficina de turismo para el municipio. En cuanto a la segunda pregunta, a nosotros lo que nos importa es que sean ponentes de nivel, que sepan transmitir y que den un buen curso. Nos importa que aporten. La sociedad es plural y aquí vienen personas de todas las tendencias. Lo que nos importa es seguir con ese rigor académico y didáctico por el que se distinguen los Cursos de La Granda.

«A nosotros lo que nos importa es que los ponentes que vienen sean de nivel, que sepan transmitir y que den un buen curso. Nos importa que aporten»