Un árbol de Navidad se hace arte en el Hotel Palacio de Avilés. El avilesino Faustino López, seguidor del estilo cinético iniciado por el norteamericano Alexander Calder, es el autor de esta pieza que juega con aguzadas hojas metálicas de color verde y aros de colores que simbolizan la decoración navideña. ¿Qué estás esperando para conocer esta artística propuesta?
Colgado sobre la cafetería del hotel avilesino, el móvil se desparrama por la estancia llenándola de color y fantasía. Es una pirámide invertida donde lo único que permanece en el lugar privilegiado, en la cima, es la estrella de Navidad de irregulares y puntiagudos rayos de luz. Otra estrella remata el árbol en su extremo inferior. Ambas son amarillas, un color que gusta especialmente al artista “por la alegría que transmite”.
La escultura en suspensión lleva por título “Árbol de Navidad cinético invertido”, y tiene una altura de 5,40 metros. Faustino López realizó esta pieza con varillas de acero inoxidable, alambre galvanizado, tubos de aluminio, láminas de PVC, láminas de plástico, esferas de plástico y de madera.
La intención del autor ha sido dar la vuelta al árbol, a la manera inocente y juguetona de los niños pequeños. Los colores puros y alegres también hablan de ese espíritu infantil, tan asociado a la Navidad, y del intento del autor por transmitir alegría con su obra.
“Nos gusta esa mezcla de bondad e inocencia de los niños pequeños, el deseo de jugar y de pintar con los colores más luminosos y divertidos, el cariño y la alegría para todos; también los juegos en la nieve, en la montaña y en los árboles”, explica Faustino López.
Es el segundo año consecutivo que el artista avilesino reinterpreta un árbol de Navidad a petición del Hotel Palacio de Avilés. En la anterior ocasión se respetó la composición tradicional de un árbol, pero ahora han dado una vuelta más a la idea. Una vuelta literal. “Fuimos atrevidos y quedamos contentos del resultado”, asegura López.
La del Palacio de Avilés y Faustino López es una colaboración habitual que comenzó hace ya una década. El artista avilesino tiene a su disposición los espacios del hotel, donde ya hay varias piezas suyas instaladas: en el patio de habitaciones hay otro móvil, ocho esculturas en huecos de piedra del restaurante…
Esta vez la creación es efímera y se retirará una vez que finalicen las fiestas navideñas. Pero el patio interior que constituye la cafetería no quedará huérfano, ya que López ya está preparando otra para ese espacio, “tan espectacular o más”. El lugar elegido para el árbol de Navidad cinético permite una multiplicidad de vistas, ya que puede contemplarse tanto desde tres plantas. “Yo creo que desde la primera planta es desde donde se ve perfecto. Pero todas las visiones son posibles”.
Faustino López, profesor de Filosofía, lleva cuatro décadas reinterpretando a Calder. “Él fue el creador de la escultura cinética y ha tenido cientos de continuadores por el mundo. Soy uno de los más humildes. Pero esa referencia está ahí”.
Con Calder la escultura abandonó la inmovilidad. Las delicadas piezas, colgadas con ordenados desequilibrios, están en perpetuo movimiento con lo que cambia de forma constante. Se trata de un arte abstracto que emplea formas y figuras geométricas a las que se aplican colores primarios además del negro y el blanco.
Alexander Calder, hijo de escultores, ya apuntó sus tendencias artísticas desde la infancia. Sin embargo, estudió ingeniería. Fue después cuando cambió definitivamente de rumbo para ingresar en la Liga de Estudiantes de Arte de Los Ángeles.
Primero comenzó creando pequeñas esculturas de alambre y madera. Después dio un paso más y comenzó a trabajar en el móvil, un tipo de escultura que se caracteriza por la suspensión de varios elementos concebidos como un conjunto y que tienden al movimiento, ya sea por el efecto de la propia suspensión, por el viento o por el empuje de las manos del visitante.
La obra de Faustino López puede verse en distintos puntos de la ciudad avilesina. Además de la ya mencionada en el Hotel Palacio de Avilés, hay piezas cinéticas con su firma en la Casa de Cultura, el polideportivo del Quirinal, las librerías del Corte Inglés y del Centro Niemeyer, el instituto de La Magdalena (donde López fue docente y director) y en el Centro de Profesorado y Recursos (CPR).
Además de en Avilés, en otras localidades asturianas puedes encontrar también la huella de Faustino López: hay piezas suyas en el patio del ayuntamiento de Pravia, en el Campus del Milán (Oviedo) y en el Instituto Doña Jimena de Gijón. Precisamente para esta ciudad, para Gijón, es la pieza en la que trabaja actualmente el avilesino: se trata de una de grandes dimensiones concebida para la Escuela de Ingeniería. Si todavía no conoces su obra, el “Árbol de Navidad cinético invertido” es una buena manera de entrar en contacto con ella. ¡No te lo pierdas!
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