Conocer los carbayones asturianos es obligatorio si te consideras un amante de la gastronomía. El Principado esconde todo tipo de tesoros naturales, culturales, arquitectónicos y gastronómicos. Visitarlo y no parar a degustar sus platos es prácticamente un delito, el cual te arrepentirás de haber cometido. En esta entrada descubrirás los carbayones, el dulce típico de Asturias.
Uno de los dulces más típicos de Oviedo es el carbayón y lleva endulzando sus vidas desde su creación en 1923. La idea se gestó en la confitería Camilo de Blas, una de las más antiguas de la ciudad, la cual abrió sus puertas al público en 1914. Don José de Blas fue quien realizó la petición de un nuevo dulce al maestro obrador José Gutiérrez.
El objetivo era crear un dulce que pudiera acompañar a las duquesitas, otra creación de la casa, para acudir a la primera edición de la Feria de Muestras de Asturias, la cual tuvo lugar en Gijón en el año 1924. Gutiérrez tendría que crear un pastel especial, el cual representara a todos los ovetenses por igual en el certamen. De esta propuesta surgió el nombre de carbayón, el gentilicio oficial para referirse a los habitantes de la ciudad de Oviedo.
El pastel sirve como homenaje a los propios habitantes de la ciudad. El desarrollo del dulce se llevó a cabo entre 1920 y 1923, tiempo suficiente para poner a punto la receta original. El resultado fue un dulce de almendra y yema de huevo que cumplió con creces su objetivo y que aún hoy es objeto de deseo de los habitantes de la ciudad y los turistas que la visitan.
En un principio los carbayones no estaban pensados para tener más recorrido que su presencia en la feria de muestras. Sin embargo, tuvo una gran acogida durante la exposición. Su base de hojaldre, relleno de almendra molida y cubierta de yema de huevo conquistaron a los asistentes a la feria, lo que haría que el dulce consiguiera alargar su existencia durante casi un siglo.
El dulce recibe su nombre por los habitantes de la capital asturiana. Por si no lo sabías, que los ovetenses sean conocidos como carbayones no es azaroso. Este gentilicio nace por un roble (carbayo en asturiano) centenario ubicado a los pies del Campo de San Francisco, en pleno centro de la ciudad. El árbol fue talado en 1879 con motivo de la construcción de la célebre calle Uría. Para honrar al carbayo los ovetenses pasarían a ser también conocidos como carbayones.
En la actualidad, este pastel sigue elaborándose. De hecho, la Guía Repsol lo incluye en su sección de rutas con denominación de origen. La cercanía de la confitería Camilo de Blas que originó el dulce, al casco antiguo de la ciudad marca el inicio de la ruta. Es indispensable que pruebes esta elaboración si visitas Oviedo, ya que la encontrarás en cualquier momento del año.
Durante estas décadas el carbayón ha ido expandiéndose de confitería en confitería y, por supuesto, ha saltado fuera de la capital del Principado. Es ya un dulce propiamente asturiano, el cual los niños creen que ha dado su nombre el gentilicio de los habitantes de Oviedo.
Por suerte para ti, la receta de los carbayones no es ningún secreto. Puedes elaborarlos sin ningún problema en la comodidad de tu hogar y llevar a este un poco del lado más goloso de Asturias. No vas a necesitar ningún ingrediente exótico y no tardarás en elaborar unos carbayones de gran calidad.
Los carbayones asturianos son un dulce con una curiosa historia, un sabor único y han conquistado los paladares de los habitantes del Principado. Además, ahora puedes elaborarlos en tu casa y disfrutar de uno de los pasteles más populares en Asturias.
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