Optar por celebrar una boda rústica en Asturias es decidirse por una tendencia que está generando cada vez más adeptos. Aunar naturaleza y elegancia, ofreciendo una ceremonia y banquete en un entorno rural, es una buena apuesta. Las bodas rústicas son celebraciones al aire libre. En ellas, aprovechando que el escenario suele estar emplazado en fincas rurales o granjas, se utilizan como ornamentación antiguas herramientas y aperos propios de las tareas de labranza y cuidado del ganado. La madera, por lo tanto, es la protagonista absoluta, ganando a cualquier otro material. Durante este año 2019, han sido innumerables las parejas que han dado el paso hacia el matrimonio con este tipo de celebraciones que son absoluta tendencia.
La búsqueda de enclaves rústicos únicos para estos eventos, aprovechando la riqueza forestal y los tesoros naturales de Asturias, se ha disparado exponencialmente en los últimos meses. Las frondosas vegetaciones de tipo colino, montano o alpino, sirven de espectacular fondo en los días de buen tiempo.
Sin embargo, en las habituales jornadas de frío y lluvia se buscan esos espacios interiores que, hábilmente decorados con elementos del campo tradicional, convertirán la celebración en un evento inolvidable.
Pero siempre que el tiempo lo permita, el escenario idóneo es un hermoso prado al aire libre. El verde intenso del entorno, la decoración rústica compuesta de herramientas agrícolas, muebles de maderas fuertes y el singular edificio de una granja, granero, caserío o casa rural al fondo, añaden a la magia del momento un punto de originalidad.
Asturias se sitúa a la cabeza en la celebración de este tipo de eventos por su privilegiada posición geográfica y por su inagotable patrimonio natural. Además, existen interesantes enclaves, como granjas o palacetes rurales que se están especializando en estas espectaculares celebraciones de boda.
El objetivo de estas celebraciones es realizar una recreación lo más fiel posible de las bodas campestres tradicionales.
Son muy importantes los detalles como la decoración. Las alpacas de heno, los útiles como las hoces o guadañas, los arados y el típico carro asturiano, son elementos que dotarán de un fondo realista a la boda y que transportarán a los invitados a una auténtica celebración nupcial al más estilo rústico asturiano.
Podemos repasar otros detalles que, sin lugar a dudas, son imprescindibles para una boda rústica:
Para que el ambiente rústico parta desde la base, es necesario que, desde el momento en el que invitamos a los asistentes a la boda, estos sepan que van a asistir a una boda muy especial y original.
Podemos utilizar materiales evocadores de la naturaleza. El yute, la corteza de madera y, sobre todo, el corcho son un extraordinario soporte para transmitir en él la buena noticia de la invitación al casamiento. Hay infinidad de propuestas originales para las invitaciones, además, muchas de ellas pueden realizarse a mano por uno mismo, lo que dotará a la invitación de un valor añadido.
Aquí la uniformidad con el entorno es fundamental. Debes optar por flores silvestres, con tonos que otorguen un punto de colorido fácilmente reconocible. Nosotros te recomendamos flores autóctonas de la zona, como por ejemplo: el trebol rojo, la milenrama o milhojas, la verde lecherina o el escobón.
Ya hemos hablado de él, pero es que es la parte fundamental para que la recreación del ambiente rústico sea un éxito.
A los elementos que añadíamos al comienzo, podemos añadir otros, también importantes:
La madera rústica debe ser protagonista absoluta. La costumbre es situar mesas alargadas dispuestas a lo largo del entorno, de este modo nos acercamos a la idea de mesón antiguo, con grandes mesas alargadas donde todos los presentes, se conocieran o no, compartían asiento. Si se utilizan otro tipo de mesas, estas deberán ser de aspecto antiguo o poseer alguna connotación histórica que genere un auténtico ambiente acorde al planteamiento de la boda. Lo mismo ocurre con las sillas, pueden ser todas iguales o combinarlas. También pueden utilizarse bancos, aunque hay que tener en cuenta que pueden ser incómodos para algunos invitados.
Los adornos de las mesas suelen ser flores colocadas en botes, regaderas o frascos. Se pueden utilizar cubiertos de evocación rural. Si queremos que la boda sea más personal, puedes utilizar alguna cubertería que pertenezca a tu familia desde hace generaciones. Escoge servilletas de materiales algo más rudos como el paño. No olvides que es una boda en el campo. Eso sí, hay que generar ambientes armónicos.
El punto clave de la tarta nupcial consistirá en que dé una imagen de pastel totalmente casero. La artesanía repostera juega un papel importante aquí. Actualmente se encuentran muy de moda las naked cakes.
Aquí aplicamos el mismo principio que a las invitaciones. Materiales naturales como la madera, envoltorios de yute, arpillera o corcho. Una idea colosal y de éxito es elaborarlos tú mismo.
Puedes comprobar que, para celebrar una boda rodeados de naturaleza y de tendencia absoluta como es una boda rústica, es fundamental recrear ambientes de reminiscencias vintage. No olvides elegir el entorno natural más idílico posible y aplica estos consejos.
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